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Medio siglo supone una señalada cantidad de tiempo para el ejercicio de un oficio, en especial si se trata de uno artístico. El artista extremeño Hilario Bravo celebra durante este año el 50 Aniversario de su primera exposición.
Este “Diario de un chamán” se refiere tanto a la sucesión del tiempo, desde el inicio de su trayectoria en San Sebastián (1972), donde se trasladó con cinco años desde su Cáceres natal; como a un guiño al título de una de sus primeras exposiciones en Cáceres, «Visiones de un chamán» (1988), una vez asentado definitivamente en Extremadura. Diario de un chamán reúne, tras una ingente labor de documentación, todo el hacer del artista para mostrar su forma mandálica de practicar el arte, entre sanadora y reflexiva, en una exposición que incide en la evolución de formas y conceptos desarrollados por Hilario Bravo a lo largo de estos cinco lustros. Entre la simbología ancestral y la mitología, la militancia poética y la belleza de la melancolía, entre la meditación y la emoción, toman cuerpo pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas, grabados, fotografías, fotomontajes, libros de artista y documentación. Un conjunto de aproximadamente 60 obras donde cada una pertenece a un tiempo, contiene su historia y habla de conceptos humanos. |