Managua

Alguna vez has pensado en la dificultad de encontrar una dirección de la cual sólo tenés el nombre de la calle?

Además que es muy poca la gente que conoce los nombres de las calles, si no es quien por casualidad vive en esta calle o trabaja de taxista o bien cartero en este distrito. Tal vez no es un gran problema en Girona, dado al tamaño de la ciudad. Sin embargo, cuantos de ustedes podrían encontrar la calle (Poner el nombre de la calle......) no 67?
Si yo en lugar de decir el nombre de la calle les diría, de la iglesia una al norte y seis a la derecha, y creo que muchos más se orientarían.

Las direcciones son una de las mejores cosas de Managua, son descripciones de donde están ubicadas las cosas y son muy fáciles de encontrar. Lo único que se necesita aprender son las cuatro direcciones; al lago, al sur, arriba (oeste) y abajo (este) y ya te ubicas por casi cualquier dirección. Es que el sistema funciona de manera donde se usan puntos de referencia entre cuales encontramos iglesias, edificios y rotondas, etc. La razón por la cual elegí decir "casi" en lugar de "siempre" es que todavía hay algunos puntos de referencia que son de la época anterior al terremoto en el 1972. Y como los puntos de referencia no existen más en forma física las direcciones son p.ej:

Donde estaba el Cine Dorado, dos cuadras al lago... del restaurante Chenito tres cuadras abajo.

Algo que complica la cosa un poco para la gente que no tiene ni idea de como era la ciudad antes del terremoto. Pero la mayoría de Managua conoce las direcciones y aunque muchos no habían nacido antes del terremoto, los puntos de referencia siguen vivos, ya que todos los usan. Los edificios reviven y es algo normal hablar sobre ellos como si estuvieran. Más de una vez me he descubierto dando direcciones que empiezan con "donde estaba el viejo correo..."

A consecuencia del terremoto Managua también se convirtió en una ciudad única. Pienso que es la única capital del mundo que no tiene un centro. Algo que por cierto me habían comentado antes pero que no me podía imaginar hasta que o vi con mis propios ojos. Imagináte Girona sin la rambla y las tiendas que están alrededor y tenés Managua. Sin embargo, mil veces más extenso, no solamente por los dos millones que viven acá sino también porque sólo hay casas de un piso, ya que el riesgo de sismos muy alto.

La falta de un centro casi te obliga a moverte en un vehículo, si no preferís andar un camino largo sin acera en un calor de 35 grados. A parte de los autobuses hay un montón de taxis y son rebaratos. Son colectivos y la gente va subiendo siempre que vaya en la misma dirección, por supuesto. Algo que no solamente significa que los precios bajan, también es mucho mejor para el medio ambiente. Algo que incuestionablemente debería ser promovido por las alcaldías catalanas; ¡Mejorar el trafico colectivo y abolir todos los cityjeeps!.

Joel Nilsson Que vive en la Colonia Centro América, de la iglesia Fátima 3 cuadras al sur y _ cuadra abajo, casa amarilla, numero 715.

Mi Barrio jamás está en silencio.

Vivo en lo que se podría describir como un barrio de clase media aunque en realidad no existe un clase media en Nicaragua o por lo menos es muy limitada. O bien eres rico o bien pobre y hay muy poca gente que se encuentra en el medio. Pero mi barrio es la excepción que confirma la regla, no hay ninguna casa o ningún carro elegante, pero mucha gente puede reparar y mejorar sus casas mientras que al mismo tiempo hay gente que vive en humildes barracas. Al contrario que en los barrios mas ricos, muchas de las calles de mi barrio no son accesibles con auto, algo que significa que el barrio se llena de gente y de vida. Se podría pensar que también significaría menos ruido pero mi barrio jamás está en silencio. Empieza muy en la mañana, ya cuando amanece a las seis;

- Loos limoooones, loos limooones, limones, limones, limones. Gente que anda entre las casas vendiendo de todo, desde espejos, almohadas, frutas, helado, hasta animales y veneno para matar los insectos. Todo el mundo tiene su propia retahíla y después de un tiempo se aprende a diferenciar la mujer que vende naranjas dulces de la que vende naranjas agrias, que se usan para hacer fresco, antes de que estén lo suficientemente cerca para que puedas distinguir sus palabras.

El llamado "sector informal" está muy extendido en Nicaragua y son muchas las personas que intentan sobrevivir con lo poco que ganan. Fue en los setenta que la definición sector informal entró en el debate, desde entonces se ha discutido qué enmarca.

Igual como en la mayoría de las grandes ciudades de América Latina, las calles de Nicaragua están llenas de vendedores ambulantes. El mercado hierve de vida. Dinero y productos cambian de manos en un comercio que parece que nunca va a terminar.

El sector informal está compuesto mayormente por vendedores ambulantes. Y es mucha la gente que piensa que no es una actividad marginal que está condenado a desaparecer. En realidad es al contrario, es la economía de la gente y algo que hace posible el acceso a productos, servicios y trabajo a la mayoría de los nicaragüenses que viven por debajo del límite de pobreza (Dos dólares diarios, según ...........)

Al atardecer cuando oscurece los vendedores, jardineros, zapateros y reparadores deparasen y dan paso a los guardias nocturnos. No hay guardias privados en mi barrio sino son distribuidos por sectores y cada familia paga al guardia mensualmente. Su trabajo es andar dando vueltas toda la noche tocando el silbato, algo que en el inicio te molesta cuando quieres dormir pero te acostumbras hasta tal punto que sería muy extraño si algún día sólo escucharas el silencio. El silbato tiene la misma función que la de los guardias de la época medieval que vigilaban la ciudad y informaban que todo estaba tranquilo. Mi guardia se llama Benito y tiene más de setenta años, es todo un personaje al que se podría dedicar una crónica entera, pero tendrá que ser en otra ocasión. Al rededor de las seis Benito da su ultimo toque de silbato de la noche y el sol está a punto de nacer.

- Buuueeeeenas, buuuueeeenas, buuuuueeeeeenas!

Los niños han tomado la calle de nuevo y están intentando convencerme que compre algo de lo que venden, y el ciclo vuelve a empezar.

Joel Nilsson